jueves, 25 de marzo de 2010

MEJOR, IMPOSIBLE

La escena: un sábado soleado, de compras. El sueco y yo sentados en el Burger King de Puerta Real, mirando la gente pasar a través de las puertas de cristales. Yo más feliz que un ajo, rodeada de bolsas. De pronto, la pregunta:

- Sueco, ¿crees que con el tiempo cambiaremos, nos convertiremos en dos extraños el uno para el otro y dejaremos de aguantarnos?

- Nena -me dijo mirándome fíjamente a los ojos-, con la mala ostia que tienes, si cambias, será a mejor.

miércoles, 24 de marzo de 2010

SEVEN

Como en la peli, este meme da miedo. Nominada por Ice, voy y suelto a continuación 7 confesiones escabrosas que os harán estar en vela un par de noches seguidas, ¡¡¡por lo menos!!!

1.- Puedo tirarme horas escuchando una canción. Horas, una canción. La pongo en repeat y nada más. Horas. Durante días. (Esto no da miedo, ¿verdad?)

2.- Soy una lapa. Con Sagutxu y Cercanio, lo que me dejan hasta que una me dice "tita, no puedo respiraaagggg" y hasta que el otro hace "ggñññrggggrrrggg" y me empuja con el cabezón de bebé gordo que tiene. Con el sueco soy un adhesivo, pero en la intimidad. Podemos estar en público y no damos asco. En la intimidad, él juega a la play en un extremo del sofá, yo leo en el otro, pero le pongo una pierna encima, para que no se escape :P XDD T-T (no sé si voy a ser capaz de terminar este meme odioso... :S)

3.- Cuando salgo exxxxxtresada de la ofi desconecto de formas raras. Sin darme cuenta, llego a casa, me pongo a hacer zapping y lo dejo en la cosa más fea, vulgar y gritona posible. Que suele ser tele5, con su Belén Esteban o su Gran Hermano. Así estoy, sin darme cuenta de nada, mirándolos gritarse unos a otros, con el nivel neuronal a cero, hasta que llega el sueco y grita un par de ¡Voto a brios! y me cambia la cadena y lo pone en Bob Esponja, que eso sí mola.

4.- Soy muy superficial. En un sentido peculiar, pero lo soy: desde los 15 años nunca me ha gustado un tío que no fuera heavy o lo pareciera. En cuanto fuese jebi, el listón físico bajaba bastante... pero ya podías ser la reencarnación de un dios griego que, si no sabías cantarme Fear of the dark, me ponías menos que una llave inglesa.

5.- He ligado menos que Tom Hanks con la pelota ésa en Naúfrago. Mi tácticas de "paso de los tíos", "no necesito un tío para vivir mi vida", "amigos, pero no se te ocurra pasar de ahí", han hecho que tenga suerte de haber encontrado un varón que me soporte antes de que me descuelguen aún más las carnes.

6.- No me gusta hablar por teléfono. Con lo que he sido en la facultad... que me colgaba del cacharro y me tenían que despegar con un compresor. Ahora, cuando suena mi móvil, corro hacia el sueco para que conteste él, ya sea orange, mi familia, la suya o amigos. Da igual. Tengo pánico al teléfono. Quizás sea porque ya bastante tengo en horario laboral... ¿?

7.- Siempre dejo para mañana lo que DEBÍA hacer hoy. Si tengo un leve resfriado, que va cogiendo maneras de gripe, espero hasta toser sangre y desmayarme en plan Dama de las Camelias para llamar al médico y pedir cita. Así hago siempre con lo que no me gusta, me hago la loca sin afrontar la realidad, para ver si se soluciona solo...

Bueno, pos nomino a Isargard, que ya que no le da la gana de terminar la jodida historia, que al menos se ponga verde un rato :P

Nas noches.

lunes, 22 de marzo de 2010

CHISTE VIEJO

Un matrimonio recién casado. Llega el marido y le suelta a su consorte:

- Para que nuestra convivencia sea más fácil, tendrás que recordar ciertas reglas: el lunes salgo después del trabajo con los compañeros a tomar unas cañas; el martes y el jueves tengo gimnasio; el miércoles, salgo con la peña para ver el fútbol; el sábado voy al cine con los colegas de la facultad. Y, bueno, el domingo me acuesto pronto para estar descansado el lunes.

- Sin problemas -contesta la esposa-. Conmigo sólo tendrás que recordar una cosa: en esta casa se folla todas las noches. Estés o no estés.

miércoles, 17 de marzo de 2010

LA ABUELITA DE HEIDI

Sé que soy una jodida anticuada. Hasta las trancas, diría yo. Y, lo que es peor, con los años no ha mejorado nada de nada.

El origen fue hace muuuchos años, cuando la abducida y yo éramos uña y carne (no como ahora, que ya ni me habla, pero es que es algo taaaaan aburrido –acento Lomana- es que no merece la pena ni contarlo). Nos dio por ir al Gym Municipal, para montarnos en las elípticas y cuatro chorradas más, precio ultra-económico sin monitor. Íbamos totalmente mentalizadas a luchar contra el Factor Tiempo y la Ley de la Gravedad. Una tontería la verdad… si hubiera sabido entonces todo lo que sé ahora, hubiera comido más patatas fritas y más cuñas de chocolate en vez de preocuparme de lo inevitable.

Como éramos unas putas flojas y teníamos las clases de la fac por la tarde, íbamos por la mañana y no había ni rastro de vida humana. Éramos las diosas del gym… éramos el centro de atención… las reinas del cotarro… las únicas que íbamos…

Un día, nos lanzamos a explorar aquello. Siempre nos duchábamos en casa porque nos pillaba cerca y nos ahorrábamos llevar todos los botes necesarios para el lustre de una larga melena rizada. Pero, aquel día, dijimos de ir a ver las duchas para traernos los bártulos al día siguiente y ponernos monas allí mismo.

Entramos en los vestuarios. Dpm. Todo precioso y compartimentado. Vestuarios por un lado, wc por otro, taquillas por otro…

Y, las duchas.

La imagen era tal que así: las instalaciones totalmente desiertas, ella y yo pollardeando por todo el lugar, mirando por aquí y por allí, abriendo la puerta de las duchas, a la izquierda un espejo (“uy mira, ahí un secador en la pared, qué bien”) y a la derecha las duchas.

Duchas sin puerta.

- Bueno…

Y en ese mismo instante, aún no entiendo cómo lo hizo, apareció una tía ENFRENTE nuestra en la más absoluta pelota picada que jamás podáis imaginar. Salió de la nada y de pronto nos miraba con los ojos como platos y un estúpido gorro de ducha. Lo peor, la postura: igualita a una estrella de mar.

Salimos echando ostias y no paramos hasta el segundo cuatrimestre…

La madre de la abducida nos regañó por retrógradas, y que el cuerpo humano es algo natural y tal y tal. Pero ella no estaba allí, ella no vio lo que vimos nosotras. Ver un chirrín ajeno a las diez de la mañana y sin previo aviso no es algo natural.

Y nos duchamos todos los días en casa. XD

Años después, me he visto en sitios parecidos, pero el saber a qué te enfrentas ayuda bastante. Eso sí, aún no le logrado el ir como ellas… Sigo metiéndome en los wc para cambiarme…

Antigua… totalmente antigua…

jueves, 4 de marzo de 2010

COTILLEAR PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD

Qué yuyu. Andaba yo leyendo el blog de un conocido, al que no le comento ni nada porque nunca lo suelo leer. ¿El problema? La densidad de su lenguaje.

Es alguien extraño. Es un chaval al que también le gusta leer, pero en términos distintos a los míos. Yo leo bastante, comparando con la media, pero no me sirve de nada. Leo, leo y olvido. No saco conclusiones de los libros. Sólo distingo los que me gustan y hacen que me evada y los chungos que me dan ganas de arrancarles páginas para ver si termino antes el puto muerto.

Él no. Él hace unas peazos de críticas de libros con palabrejas que parece habérselas sacado al mismísimo Góngora. Así que no logro tomar interés por ninguno de esos libros que recomienda. La gracia del tema recae en que cuando nos conocimos era un tío agradable. Pero no escribe como habla. Lo cual tiene su lado bueno y su lado malo.

El lado malo es que como bloggero (según mis sencillos gustos) es bastante "Catedrático". Unos lo encontrarán apasionante, pero a mí me parece un poco zzzz. Lo bueno es que al no hablar como escribe, aún puede el chaval ir por la vida de forma normal y corriente, sin que le tiren bustos de emperadores romanos a la cabeza. Por ejemplo.

Todo esto, para llegar a dos conclusiones absurdas que os podría haber dejado en un primer y único párrafo:

1. Le envidio porque es un tío culto. Lee más que habla; ve películas en versiones originales de idiomas de fuera de la C.E.; conoce más gastronomía que mi amado lomo con patatas fritas y ketchup; puede hacer referencias a esos libros y a esas pelis en sus escritos, enlazando, contraponiendo, enfrentando y encontrando similitudes e influencias... Puede hacer todo eso y luego hablar contigo de cualquier gilipollez. Y eso decía mi profesor favorito del cole: alguien culto no es una persona que sabe mucho sobre un montón de temas, ni que habla y nadie se entera por tanto tecnicismo. Alguien culto es una persona que tiene varios registros en el lenguaje, que puede hablar tanto como con el maestro, con el alumno o con el amigo de formas distintas y adecuadas a cada conversación.

Quizás no fuera ésa la definición de "culto", pero es lo que me acuerdo... Tendría doce años, no me pidáis más!!

2. La segunda y última conclusión es que este mundo es demasiado pequeño para ciertos pensamientos. Desde su blog he podido llegar al mío sin despeinarme. No os podéis hacer una idea del diámetro que han alcanzado mis ojazos cuando en unos cuantos clicks he llegado a "casa". Así que cuando me faltaban dos segundos para terminar esta entrada, he tenido que releérmela y borrar ciertas cosillas ofensivas en mi estilo.

No sabe que tengo un blog, pero conoce mi nick. Por la senda que he recorrido no creo que se le ocurra seguir a este muchacho, pero aún así no he podido evitar sentir una afilada gota de sudor frío recorriéndome la espalda (propio esto de cualquier libro de intriga baratuna), mientras me sentía atrapada infraganti.

Qué mierda más gorda... Ahora mi jodida mente paranoica me hace dudar si debo o no "retocar" las otras entradas en las que aparece este personaje. No, acabo de volver a hacer la ruta turística y me apostaría algo a que no me encuentra... Pero, no, no me apuesto nada porque soy muy gafe.

Ains...

Me niego a tocar nada. Si me lee y se reconoce es un puto egocéntrico y el problema lo tendrá él. Yo siempre negaré todo. Y, si llega el momento, me cubrís las espaldas.

miércoles, 3 de marzo de 2010

AINS...




Extraído del maravilloso y amado google...