martes, 6 de mayo de 2008

CIEN VECES / GIRANDO EN LA VIDA

Lo único que faltó en el concierto de Avalanch (aparte de Manito):

Cuando necesito aliento
Puedo ver tu fría cara
Donde sopla el viento vas
No te importa lo que siento.
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He de admitir que me engañaste
He de admitir que lo lamento
Yo continuo adelante
A pesar de lo duro que se hace luchar.
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Cien veces caído
Cien veces me levante
No dudo en continuar
Sin mirar atrás.
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Cien veces maldito
Cien veces por caminar
Siguiendo mi camino
Y el de nadie más.
-
Quisiera verte en mi lugar
Forjando tu destino
Con tu sudor como amistad
Yo me conformo con el mío.
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Te presento a mis heridas
Con el tiempo cicatrizan
Sólo pienso en continuar
A pesar de lo duro que se hace luchar.
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Cien veces caído
Cien veces me levanté
No dudo en continuar
Sin mirar atrás.
-
Cien veces maldito
Cien veces por caminar
Siguiendo mi camino
Y el de nadie más.
-
En el tarot es muy importante una carta que es la rueda de la fortuna:
Arcanos Mayores: LA RUEDA DE LA FORTUNA (Tarot Marsella)
Tiene muchos nom­bres: Rueda del Destino, Rueda de la Vida o Rueda del Tiempo. La Rueda abarca numerosos aspectos de nues­tra vida. ¿Acaso no nos preguntamos por qué hay perso­nas más afortunadas que otras? ¿Qué nos depara el des­tino? ¿Podemos cambiarlo? ¿O tenemos que vivirlo de nuevo para aprender de él?A veces, se piensa que la Rueda comprende la suerte y se la compara con la ruleta de los casinos de juego.
El principio de la Rueda es: nada per­manece, hemos de evolucionar continuamente y avan­zar con la corriente. Si se estanca en una situación du­rante demasiado tiempo, es evidente que algo va mal. Observe qué puede cambiar para pasar a la siguiente si­tuación o correrá el riesgo de regresar al punto de parti­da. Es por ello que en el siglo XV la gente creía que la Rueda de la Fortuna era sencillamente la representación del dicho: «todo lo que sube, baja». Era una filosofía fantástica.La Rueda de la Fortuna no nos proporciona forzosa­mente lo que queremos, sino aquello que necesitamos para progresar. En ocasiones parece que perdemos el control, que atravesamos por diferentes incidentes o ex­periencias que a veces carecen de sentido. En muchos aspectos no podemos detener la Rueda, tenemos que recorrerla hasta el final. La Rueda cambia la forma en que manejamos nuestra fortuna.La buena fortuna se nos presenta de maneras diver­sas. Va unida a nuestros principios de generosidad y prodigalidad. Está relacionada con la grandeza de nuestro espíritu. Algunas personas parecen increíble­mente afortunadas, pero no siempre reparamos en el trabajo y el esfuerzo que han invertido para crear aque­llo que ha ocasionado su buena fortuna.La fe es otro aspecto de la Rueda. La fe es la capacidad de recuperarse tras sufrir un revés en la vida. Esta característica es comparable a la de una pelota de goma: por muy fuerte que se lance contra el suelo, siem­pre se recupera. Cuanto más fuerte golpea el suelo, ma­yor altura alcanza en el aire.La Rueda también representa la fe en el futuro. Si la gente no tuviera fe en el futuro, dejaría de procrear, no tomaría en serio sus compromisos e incurriría en enor­mes deudas. La Rueda nos recuerda que hemos de pen­sar en el mañana.Fue la invención de la Rueda el fenómeno que real­mente puso en marcha el desarrollo de la sociedad hu­mana. Por ejemplo, la rueda hidráulica aprovecha la energía natural de los arroyos y ríos y la transforma para que podamos utilizarla. Con esta energía somos capa­ces de moler grano, generar electricidad, etc.Muchas personas experimentan los altibajos de la vida como si llevaran un termostato incorporado. Cuan­do las cosas comienzan a ir demasiado bien, el termos­tato se desconecta y corta la energía. Luego, tras un pe­ríodo de calma, el sistema vuelve a ponerse en marcha y las cosas comienzan a funcionar de nuevo. Esto se debe a que, al llegar a la cima de su progreso cíclico, las personas se vuelven arrogantes y derrochadoras y tienden a abusar de los recursos y a pecar de excesiva extravagan­cia. En su fuero interno son conscientes de que están obrando mal y el espíritu empieza a preparar el terreno para un período de escasez durante el cual pueden adquirir otra oportunidad para aprender a valorar el dinero, la amistad, la familia y la lealtad y a percibir la super­ficialidad de los bienes materiales. Se dice que «la soberbia antecede a la caída».
(este texto no es mío, lo he pillado x ahí...)

2 comentarios:

maribel dijo...

Me ha recordado a las tardes echando las cartas y jugando al scrabble mientras nos hinchabamos a comer chuchesss

Irene Adler dijo...

Y destrozando velas...

ains...

la infancia....

...

T.T