LA HISTORIA DE LA PIEDRA

Allá en el Mesozoico, cuando andaba menda-lerenda en 2º de Bachillerato, como gilipollas máxima que era, pos se cogió de optativa nada más y nada menos que.... GEOLOGÍA. Pero no una Geología normal... noooop, nein, guthankgg, non... GEOLOGÍA CON LA CORTAFUEGOS.

Así pues, ahí andábamos como gilipollas, mientras los de las otras asignaturas se abanicaban el fandango, nosotros aprendíamos a hacer mapas de secciones con mapas del ejército; a montar figuras de cristales y enumerar sus vértices, sus lados, sus noséqués...; a recitar características de los minerales según su forma de rotura, su porosidad, su SABOR...

Aunque esto último creo que es algo común en los instis, pero con la Cortafuegos era lo peorrrr...

Así que, andábamos en esa clase la liberada y yo. Éramos compis, amigas y confidentes. También andaba por la clase El cuello alto. La liberada amaba platónicamente al Cuello Alto.

Ains... el amósss...

Uno de esos días terroríficos, mi persona se dirigió al Cuello Alto con un mineral MegaPoroso y HighLigero. Llego, le doy un pescozón con la piedra en la frente y como veo que se queja, pos digo:

- Vaya, aunque no pesa, sí que duele.

Y entonces veo por el rabillo del ojo que la liberada había cogido el mismo mineral, se había dado su buena ostia en la frente para ver si dolía y se agarraba la cabeza debido al terrible descubrimiento.

Yo me reí, ella se rió. Ahora me río a sus espaldas.

Antes se metía guantás en la frente con piedras, ahora no controla sus bragas... Cosas que pasan...