martes, 12 de mayo de 2009

LOVE'S 4 LETTERS AIN'T MY DICTIONARY (WALK ON WATER - AEROSMITH)

Mi cliente, la que me pregunta sieeempre cómo van los preparativos de mi boda, ya ha pasado su fecha clave. ¿Cuál? La comunión de su único retoño. La pobre llevaba toda la semana pasada con tilas y valerianas y, para el día C, un trankimazín. Ahí, con dos ovarios.

Le he preguntado qué hará cuando el chavea se case... "No, no... Le he dicho que a mí no me puede hacer eso, que se arrejunte, pero de matrimonio na-da."

Si no fuese porque sé que lo está educando en base a la igualdad entre géneros y que será un hombre que se sepa hacer la cama (oh! my god!) pensaría que aquí viene otro capullo integral con incapacidad para tener una relación de más de 5 minutos. Contando los preliminares.

De todas formas, es difícil intentar evaluar el comportamiento masculino actual cuando mi entorno forma una muestra bastante sesgada.

Están por un lado los que buscan el amor alado (y lo encuentran ^^ happy bro'), los que buscan relación desahogo (en progresión geométrica), y los que tienen una "amiga" y ni 40 años viviendo juntos y 15 hijos de ambos cambiarán esa expresión. También están los que buscan ser mantenidos, criados, educados y amamantados. Y van y consiguen una mujer que se deja.

Por eso digo que no siempre tienen ellos toda la culpa (qué mal ha sonado estooo... uuuuhmm). También hay tías por ahí que se prestan a lo que ellos quieran, pensando que lograrán cambiarlos o sin pensarlo, pero nos lo sueltan a las amigas para ver si nosotras nos lo creemos y dejamos de mirarlas a ellas con lástima y a ellos con asco.

Aunque estos casos se suelen dar más entre los tíos, por eso de que siempre van a lo que van y quien me diga que no, es porque tiene pareja formal...; también hay tías Destroyer. Y, lo peor de todo, no hace falta que estén buenas.

Aquí tenemos al sujeto de prueba llamado C. Acosado por Diestro y Siniestra para que se enrrollara con la sujeta de prueba llamada Bruja Lola. Se liaron y él se alejó en ese barco velero cargado de sueños y cruzó la bahía como en la canción de la Pantoja. La dejó hecha compota de depresión. La conclusión del experimento podría ser que el sujeto C es un peazo de cabrón con los cuernos retorcidos, pero esa afirmación queda anulada por una información que me he callado como una cacho perra: C estuvo-estaba-está-estará colado hasta los cuernos por una tía igual de fea, hortera y grimosa que la sujeta B.L.

Que me aspen si entiendo la diferencia que él ve entre esas dos tías, porque vamos... quedan empatadas a arcadas.

¿Conclusión? Hay mucho cabrón y cabrona sueltos. Qué Eros nos pille confesados...

2 comentarios:

shopgirl dijo...

Yo creo que soy de los casos que hacen "sacrificios" aunque siempre juro que no volvere a hacerlos porque siempre me quedo con un palmo de narices. Y luego vuelvo a caer. Que triste...

Irene Adler dijo...

Mmmm... yo antes era de los casos en los que iba construyendo un bonito muro lleno de color y hormigón XDDD

Los sacrificios hay que hacerlos cuando vale la pena!! ;P