REMEMBER (WALKIN' IN THE SAND) - AEROSMITH

Esto parece un especial de Esta es tu vida o Regreso al pasado, o algo de ese estilo.

En la mudanza me estoy enfrentando a un montón de cosas, chismes y recuerdos... una cantidad terrorífica. Por un lado, descubro cosas que mis viejas neuronas habían archivado en la basura; por otro lado, lucha contra el Diógenes que llevo dentro XDD.

He encontrado kilos y kilos de cintas. Algunas que ya he tirado por quien me las grabó. Otras que tiraré porque ya las tengo (a Dio gracias) en CD, WMA o MP3, o LIFKPOG.JPG. Millones de dibujos de Amaral, en mis libros, en mis apuntes... En octubre van a cumplirse 5 años de la última vez que la vimos, Isargard de mis amores. Es increíble. Ha logrado la tía lo que no ha podío hacer el de los jamones de Trevélez. Y eso que ese tío tiene millones de euros XDD

Deshacerse de los amigos es taaaan barato, taaan fácil y taaaaan sencillo...

No tengo valor para tirarlo todo sin mirarlo antes. Aunque haya estado en mi cuarto durante lustros sin que yo le haya echado el ojo, necesito comprobar que lo que voy a tirar no es la clave del porqué de la vida. ¿Para qué estamos aquí? ¿Hay vida después de la muerte? ¿Existe el concepto Alma Gemela? ¿Ese concepto es aplicable a la amistad y/o al amor?... Todo esto seguro que lo puede responder cualquier recorte sobre AC/DC que yo guardase con 19 años.

En estos descubrimientos de mi pasado ando, mientras descubro que los grupos excluyentes existen. Ya os he comentado que temo con horror entrar en el mundo de las Petulantes Casadas. ¡Pues miedo erradicado!!!!! Hay un nuevo grupo que es peor: las Madres Repelentes. Ese es la ostia de exclusivo. Yo me defendía bien con mi hermana y mi compi, porque mi caracter de Tita de la Ossstia me protegía, pero sólo eran apariencias. Bueno, otro día profundizo, que tampoco es tan importante, aunque verídico 100%. Esos corros de madres que veíamos en la infancia en la puerta de nuestro colegio era una demostración. ¡E inocentes no hicimos caso!

El otro día estábamos hablando un grupo de gente y como apareció mi hermana con su bartolilla de embarazada, todas las mujeres se giraron, nos dieron la espalda y empezaron a hablar de naúseas, partos, bebés, nombres, kilos, etc, etc. Nos quedamos el sueco, un chaval y yo. Totalmente aislados. Nos miramos y empezamos a hablar de condones. No sé. Reacción natural al vocablo bebé.

Además, tengo una clienta que no hay cojones que comparta conmigo sus sufrimientos embarazadiles. Ni que le hable de la hinchazón de los tobillos de mi hermana. No hay güevos, oye. Pero con mi compañera comparten puntos de sutura, ardores de estómago y lo que se tercie.

Me rindo. Si no cuenta lo maravillosa tita que soy, que las den. A mí me queda mucha libertad por delante. FUERZA Y HONORRR!!!

A ver si el próximo día no me enrollo tanto con gilipolleces varias y me meto de lleno en dos personajes secundarios que han aparecido estos días. Son la ostia. No sé cuál me da más miedo. He usado en esta entrada demasiado la palabra ostia. Tengo que leer más.