Así es.
Coge a su contrincante y le arremete con el puño. No contento con esto, va y le endiña en la cabeza con la madera del brazo del sofá. Cuando ya está inconsciente, lo arroja al suelo con un "¡Aaargññ!"
Es tan duro, que cuando la situación hace que esté cerca el suelo, le pega. Le mete jostiones al suelo. Con la mano abierta o a puño cerrado. Da igual, nada es demasiado para él.
Que tiemble Van Damme. Mi sobrino es la ostia.
Aunque tenga ocho meses y el enemigo sea un minioso de peluche.

2 comentarios:
Jajajajaj que miedo de niño, mejor no mosquearle. O le puedes entrenar y que te haga trabajitos sucios xDD
Jum! Ya me lo había planteado, pero es que cuando intento razonar con él, el muy bestia me tira del pelo T-T Tendré que ir a su ritmo!! XD
Publicar un comentario