lunes, 30 de junio de 2008

CON ÉL HE ESCRITO CANCIONES DE ROTO AMOR

No, no me asusta la oscuridad - es mentira
No, tu ya sabes que soy muy fuerte - todo mentira
Mi fuerza es mentira, cuando soy transparente, mi corazón no es de metal
No, tu ya sabes que nunca lloro - es mentira
Que soy fluida e inteligente - todo mentira
Es una excusa hermano y yo misma, te la he dado, para que no te sientas mal....

Me has herido, que rota me siento
Pero no creas, yo también te he usado a ti
Es mi manera de vengarme cuando me causan dolor,
Con él he escrito canciones de roto amor...

Mi fuerza es una excusa más para que no te sientas mal
Me has herido, qué rota me siento
Pero no creas, yo también te he usado a ti
Es mi manera de vengarme cuando me causan dolor,
Con él he escrito canciones de roto amor...

Hasta a las lágrimas se les saca partido
Por eso escribo canciones de roto amor
___

A cierta edad, te das cuenta de que las canciones de desamor tb sirven para los amigos. Y no es que quisiera verlas/os, ni verlos/as juntos/as, ni verlos/as ahora. Sólo quisiera saber que tengo la oportunidad de reunirles sin declarar la Tercera Guerra Mundial. Pero la grieta cada vez es más grande y más profunda. Y yo quedo en mitad de todo esto. Como si el Polo Norte se resquebraja y me quedo en una isla de hielo, cada vez más pequeña, hasta que no tenga más remedio que caer.

También es culpa mía. No porque me haya metido en esa espiral de odio y venganza en la que todos andan danzando. Sino, porque después de todos estos años, la anterior Yo, quizá hubiera luchado por mantener unida a la manada. Y ahora, lo único que pienso en sobrevivir con el menor daño posible. Quizás no debería dejar que el destino y la vida me separen de ella, y evitar naufragar en este mar de hielo.
Pero todas las confianzas se han roto y ahora todo parece una pose. Vivimos en un escaparate. Nos vimos y no había nada más allá de los ojos. No había feeling, ni conexión, ni complicidad. Sólo incomodidad y vacío.
Debería dejar de plantearme estas cuestiones. Está claro que, en mi nueva filosofía de ser mera espectadora de su triste circo bien aprehendida desde hace casi cuatro años, no voy a hacer nada por cambiar esta situación. No voy a mover ni un dedo, ya sea por inercia o porque no vale la pena. Porque, realmente, quien no quiere ser salvado se hunde muy profundo en su éxtasis. Y yo ya me hundí y salí a flote. Y el lodo aún no despareció.


http://es.youtube.com/watch?v=orbFXEiD6Ik

2 comentarios:

shopgirl dijo...

Me recuerdas mucho a un amigo mío que cuando salimos siempre llama a todo el mundo que él conoce, a pesar de que a la mitad de nosotros una de ella nos cae como el culo. Es un conciliador, una vez a penas salía con nosotros para ver a otros amigos que dejaron de salir (no solo con nosotros, tambien dejaron de pisar la calle) para no perder la amistad.
Yo soy más pasota. No se si sera bueno o malo, pero paso de complicarme la vida con gente que no nos quiere ver.

Irene Adler dijo...

Jo. Yo quiero verles y ellos a mí tb. Pero si se cruzan por la calle puede haber una Matanza de Texas La Definitiva.

Es una pena. Porque los amigos de la infancia/instituto/universidad son los únicos que quedan. Luego haces compañeros o colegas, pero nunca será como con quien compartías los veranos de vacaciones, ni los exámenes, ni los enamoramientos gilipollescos...

C'est la vie!!!