jueves, 4 de septiembre de 2008

NO DIGO DIFERENTE, DIGO RARO


Hoy es un día raro. Ayer fue un día raro. Me estoy leyendo un libro raro. Mi situación económica vive un momento raro. Mi inspiración vive un momento raro. Y me he tragado andando todo Camino de Ronda escuchando la misma canción.

Y puestos estamos, en que esta es una tarde rara, (y acabo de tener dos llamadas raras...) pues me pongo a rarear...

En noséqué estaba pensando yo, mientras hacía un pis, porque en la jornada de trabajo no me permito pensar si no es haciendo pis (único rato en el que no llevo en la oreja el pinganillo de la madonna). Pues eso, pensaba yo y pensaba en algo que ahora no recuerdo, pero pensaba. Y de esa línea de pensamiento que fluía por mis neuronas salió una frase:

- Tiene cojones que de todos mis amigos, las más normales seamos Isargard y yo.

Pues sí. Pues será que no me veo cambiar y mi estática complexión, figura y, es más, estáticos malos modales, mal humor y demás, me hacen creer que no cambio. Por lo cual todos los que me conocen sabrán de antemano mis movimientos y mis posibles reacciones. Y, así, con mis actos no provoco ni temor ni pasmo.

En cuanto a Isargard... Es algo difícil de explicar... Pero como casi no tiene sangre en las venas (sólo horchata y soja, puaj!) es muy british style, así que no extraña a nadie su comportamiento y suele ser, más o menos, de carácter lineal.

De esta forma me doy cuenta de cómo han cambiado las cosas. Sobre todo cuando venía para el curro al mediodía, que guipé a un grupo de estudiantes que iban a ver si alquilaban un piso para el curso venidero.

Lo primero fue aceptar que ya no pertenezco a esa Era. Y lo segundo, comparar mi carácter con el que usaba para no hacer amigos cuando me tocó cruzar esa Era. Lo tercero fue hacerlo en plan onda expansiva.

Y sí, la gente se ha vuelto rara, por no decir gilipollas. De la chispa de algunas, ahora sólo queda candidez y somnolencia (contando las horas que duermen hasta los grillos!!! arggg!!!), de la confidencialidad que cruzaba de unos a otros ahora sólo hay odios, rencores y saludos negados; y del grupo sólo quedan cenizas. ¡¡¡Pero ya demostramos que no era un ave Fénix!!!

Por eso digo que Isargard y yo somos las normales y consecuentes. Aunque, he de confesar, mi carácter también se ha enrarecido. Creo que yo no tengo la culpa (para qué, oh, voy yo a culparme, si todos sabemos que soy, oh, my Ronnie James Dio, oh, tremendamente maravillosa, oh), sino que he sido expuesta demasiadas veces a esos otros carácteres que andan por ahí mutando a peor.

Por eso, con esos seres enrarecidos a veces me encuentro a la defensiva, o a la atacativa, o a la ignorativa... Porque si no son como antes, no podré ser como antes, porque... oh my Dio, ¿no tengo personalidad? ¿soy un parásito del carácter que se alimenta del carácter de otros?

Para más inri, si utilizamos una proporción chorra, de 10 llamadas que recibo son dos de gente gilipollas a la que debo sonreír como tal; tres son de gente indiferente a la que debo sonreír como a los otros (osease, sigo sonriendo como una gilipollas); una es de alguien a quien odio, al que no puedo sonreír, sino intentar sobrevivir sin que me meta en algún lío (por lo cual el miedo a cagarla me hace quedar como una gilipollas); tres son de gente que tolero, a la que también sonrío; y una suele ser de alguien que me cae de puta madre (o lo aparento, pero no me molesta hacerlo) y me dedico a decirle gilipolleces.

Así que mi trabajo me ha vuelto gilipollas. En esa clase de gilipollas que he siempre he odiado. Ésa que siempre va con una sonrisa en la cara y se habla con todo el mundo sólo por caer bien. Claro, me pagan. Me pagan y es sólo una máscara, porque cuando cuelgo y estoy sola... Tiemblan las paredes y se empañan las pantallas de todos los ordenadores...

Mi trabajo me ha vuelto una gilipollas y mis amigos una enrarecida. Pero, lo peor de todo, es que mi linda y tierna personita se ha dejado hacer.


¡¡¡SABED QUE MENDA ES DON MENDO!!!

¡¡¡Y QUE DON MENDO MATÓ A MENDA!!!

4 comentarios:

maribel dijo...

Y que entrada mas rara, también. Ayer comentaba con mis compañeras comparando como era mi hermano antes y ahora y como yo, y me doy cuenta de que hemos ido en la dirección contraria. Cada dia mas ermitaña, rancia y menos sociable.
Cosas de la vida.
Me voy para casa despues de comer.

Irene Adler dijo...

Amos a ver, querida, tú y yo nunca hemos sido la alegría de la huerta...

Me alegra de que te haya parecido rar ^^ !!! jur jur

shopgirl dijo...

Me siento taaaan identificada contigo...
No por lo del trabajo, porque todavía no estoy metida en el mercado laboral, pero mis amigos si que me han vuelto de otra manera que no quiero ser. Un palo detrás de otro me han vuelto desconfiada, cerrada y criticona. Y les odio por eso... U_u

Irene Adler dijo...

me alegra de que todas evolucionemos de una forma que odiamos!!!

^^